La Educación Adventista

La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD), basada en las enseñanzas de Jesús, tiene una misión con tres áreas principales: enseñar, predicar y sanar (S. Mateo 4:23). Para el cumplimiento de esta misión, sostiene en el mundo instituciones educativas de todos los niveles, iglesias e instituciones de salud.
Desde sus inicios, la IASD estableció un sistema educativo destinado a la formación de misioneros al servicio del mundo, con sólidos valores cristianos y excelencia académica, sustentado en la filosofía bíblica acerca del verdadero significado de la educación. La primera institución educativa fue fundada en 1872, y a partir de esos humildes inicios, ha dado lugar a más 7.800 instituciones educativas, entre escuelas, colegios y universidades, esparcidas en más de 140 países, con  80.883 profesores y más de 1,5 millones de estudiantes.

La educación adventista es reconocida por su preocupación en ofrecer enseñanza integral, privilegiando no solo el conocimiento técnico, sino la transmisión de principios cristianos, y de una vida saludable y feliz. Por estas razones, la Red Educativa Adventista proporciona a los estudiantes todo el conocimiento necesario para su desarrollo, incluyendo la comprensión tanto del modelo evolucionista como creacionista.

En nuestro país, la educación adventista comienza a desarrollarse con la creación de una escuela primaria en la ciudad de Encarnación, Departamento de Itapúa, en 1953. De allí en adelante, han sido creados más escuelas y colegios en prácticamente todo el país.

A partir del 2009, por Ley de la Nación 3959, ha sido creada la Universidad Adventista del Paraguay, con tres Facultades: Ciencias de la Salud; Humanidades, Ciencias Sociales y de la Educación, y la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables. A partir de 2011, se da inicio a la Carrera de Licenciatura en Enfermería.

A través de esta nueva institución (UniADV) te damos la posibilidad de recibir una educación integral, con excelencia académica, principios y valores cristianos, para transformar tu entorno con una clara vocación de servicio, a semejanza de Cristo.